El pasado 1ro de
diciembre celebramos junto al Prof. Dr. Bruno Maggio el cierre de su actividad
académica y expresamos el agradecimiento de nuestra Institución hacia su tarea
docente y de investigacion como mentor de muchos de los investigadores actuales
del CIQUIBIC.
Bruno Maggio
nació en Torino, Italia en 1944 y junto con su familia inmigró a la Argentina
en 1952. Se graduó de Bioquímico en la Facultad de Ciencias Químicas UNC y se
integró al CIQUIBIC para realizar su tesis doctoral bajo la dirección del Dr.
Federico Cumar en 1969. Durante su tesis estudió los cambios en el metabolismo
lipídico de cerebros de animales donde se les había inducido la enfermedad
modelo Encefalomielitis Autoinmune Experimental (EAE). Luego de obtener su
doctorado en Bioquímica en 1972 su interés se había volcado hacia las membranas
lipídicas. Se trasladó a Londres (School of Medicine, University of London
1973-1976) donde trabajo con los pioneros en la biofísica de membranas lipídica
modelos. Conoció al Dr. Alec Bangham, el inventor de los liposomas y puso a
punto en el laboratorio del Dr. Jack Lucy un modelo de membranas sumamente
novedoso: las monocapas lipídicas. A su regreso a Córdoba, aplico todas las
nuevas técnicas biofísicas aprendidas y las utilizó para estudiar una familia
de lípidos en los cuales los investigadores el CIQUIBIC tenía gran experiencia
y que conforma una “marca registrada” de este instituto: los esfingolípidos. De
esa forma y hasta los ochenta, desarrollo líneas de investigación sumamente
novedosas y de avanzada a nivel mundial en el área de la Biofísica de
membranas. En 1983 se trasladó a Estados Unidos a la Univ. de Yale y luego a la
de Virginia, donde le fue ofrecido una posición estable como Profesor e Investigador
(Full. Professor). Sin embargo en 1995 decidió regresar a la Argentina y al
CIQUIBIC. Allí, formo una nueva generación de Biofísicos, realizando
importantes aportes en el avance de la Biofísica a nivel local y nacional y
teniendo gran influencia también en la consolidación de la Biofísica en el cono
sur y Latinoamérica. Hoy su legado ha permitido establecer a Córdoba como un
centro de referencia en la biofísica de membranas y ha influenciado
generaciones de nuevos biofísicos que han heredado su espíritu creativo y su
amor por la ciencia.